¿Qué c*** pasa con Europa?

Desde que de pequeña empecé a estudiar el nazismos y el fascismo en las clases de historia tanto mis compañeros como yo pensamos que sucesos como aquellos no podían pasar, los profesores se reían ante nuestra dulce (pero peligrosa) ingenuidad inocencia.
Hoy cuando veo las noticias cada medio día y leo los periódicos me doy cuenta de que realmente esa angustiosa situación se puede volver a dar en cualquier momento. Pero cuál es la clave para que esto no vuelva  a  suceder. Fácil. Comprenderlo y combatirlo.

En épocas de grave crisis económicas (que en el sistema capitalista son cíclicas por naturaleza) en sistemas democráticos los ciudadanos se inclinan a votar a la derecha o en su defecto a la extrema derecha, quizá por la carga que les supone la libertad de la que constan o quizá porque creen necesitar a un líder disciplinado e inflexible. Pero cómo es posible que esta clase de gobernadores llegue tan fácilmente al poder. La respuesta es sencilla, el ser humano es egoísta, y tiende a querer el bien para sí mismo, además necesita sentirse unido a un grupo de personas para no sentirse solo y abandonado y, ante esta situación, la opción de votar a un líder firme e inexorable se le presenta al ciudadano como la opción más sencilla.

No es necesario que nos remontemos mucho tiempo atrás para encontrar ejemplos de esta situación. El pasado seis de mayo (2012) en Grecia el partido nazi, Amanecer Dorado, el cual tiene ideas xenófobas (hablan de los inmigrantes como "escoria humana") y cuya bandera recuerda bastante a la famosa cruz gamada ha obtenido la friolera del 7% de los votos (21 escaños). Creo que no hace falta recordar cómo empezó la escalada del NSDAP al poder. Por si a alguno se le ha olvidado, en 1928 el partido nazi no alcanzaba más que el 2% de los votos, en 1930 consiguió el 18% y finalmente, en 1933 Hitler obtuvo el 46.3 % de los votos del pueblo alemán.

Por si el hecho mismo de que el partido Amanecer Dorado haya conseguido 21 escaños en las elecciones, en la rueda de prensa que ofrecieron a los medios obligaron a los periodistas que allí se encontraban a ponerse en pie. (Aquí os muestro el vídeo).
Como veis, una periodista consideró (correctamente) que era una falta de respeto y una humillación hacia los profesionales de la información que allí se encontraban el tener que ponerse en pie obligatoriamente ante el líder de un partido cualquiera que fuese, ya que ellos se encontraban allí en calidad de periodistas y no de militantes.

Finalmente la reportera abandonó la sala de prensa, no sin antes sufrir las amenazas de líder del partido "Ha llegado la hora del miedo para los traidores de la patria”. No hay que olvidar que este personaje, si se le puede llamar de alguna manera, es un ex comandante militar que mantiene relaciones más que cordiales con líderes de las fuerzas para militares Serbias y que fue condenado a trece meses de prisión por un atentado bomba en el que varias personas resultaron heridas y que uno de sus deseos es poner minas antipersonas en las fronteras griegas para evitar la inmigración.